Envejecimiento y ejercicio físico

Una de las únicas cosas que podemos afirmar, es que cada día nos acercamos más a él. Hablamos del “envejecimiento”, pero: ¿qué tanto sabemos del proceso de envejecimiento?

El proceso de envejecimiento humano es universal e inevitable. En general, la manera en que envejecemos se ve influenciada por 2 patrones de vida:

  1. Experiencias
  2. Comportamientos

En este segundo punto es donde queremos hacer hincapié, ya que el comportamiento que más define la manera de envejecer es el nivel de actividad física que llevamos durante nuestra vida joven y adulta.

Ejercicio antes del envejecimiento

El envejecimiento junto con un estilo de vida sedentario están asociados con la disminución de la función muscular y la aptitud cardiorrespiratoria, lo que da como resultado una capacidad disminuida para realizar las actividades diarias y mantener la independencia. Sin embargo, en presencia de ejercicio y/o actividad física adecuados, estos cambios negativos en la capacidad muscular y aeróbica mejoran de manera importante. Además, tanto el ejercicio estructurado como la actividad física general juegan un papel relevante en la prevención de muchas enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardiovasculares, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes, la osteoporosis y la obesidad; mejora de la movilidad, la salud mental y la calidad de vida; y reduce de la mortalidad, entre otros beneficios.

Ejercicio durante del envejecimiento

Independientemente de la condición en la que cada persona viva su envejecimiento, el ejercicio físico será SIEMPRE una necesidad biológica (en cualquier edad).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que los adultos mayores de 65 años deben realizar, por semana: 150-300 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada o 75-150 minutos de intensidad vigorosa y dos o más días de actividad de fortalecimiento muscular.

En general, si la persona mayor padece alguna enfermedad o condición en particular (relacionadas al proceso de envejecimiento), el ejercicio ya no toma sólo un rol preventivo, sino que ahora se transforma en una estrategia para controlar dicha enfermedad. Es lo que llamamos “Ejercicio terapéutico”.

En particular, los programas de ejercicio terapéutico mejoran las características de la fragilidad (baja masa corporal, fuerza, movilidad, nivel de actividad física, energía) y la cognición (condición mental), optimizando así la capacidad de seguir realizando actividades durante el envejecimiento. Los programas de ejercicio terapéutico suelen estar compuestos de: Ejercicios cardiorrespiratorios (aeróbicos), ejercicios de fuerza, ejercicios de estabilidad y ejercicios de flexibilidad.

El mejor ejercicio físico es el que se hace, pero mejor aún, es el que se hace bien. Busca ayuda con un profesional idóneo en el área. En este caso, es el Kinesiólogo.

Escrito por: Sebastián Nazar G.

Kinesiólogo, MSc, PhD ©

CEO Kinexperience

Recomendaciones del ejercicio en adultos mayores
Referencias

Izquierdo, M., Merchant, R. A., Morley, J. E., Anker, S. D., Aprahamian, I., Arai, H., Aubertin-Leheudre, M., Bernabei, R., Cadore, E. L., Cesari, M., Chen, L. K., de Souto Barreto, P., Duque, G., Ferrucci, L., Fielding, R. A., García-Hermoso, A., Gutiérrez-Robledo, L. M., Harridge, S. D. R., Kirk, B., Kritchevsky, S., … Fiatarone Singh, M. (2021). International Exercise Recommendations in Older Adults (ICFSR): Expert Consensus Guidelines. The journal of nutrition, health & aging, 25(7), 824–853. https://doi.org/10.1007/s12603-021-1665-8